Elon Musk se inició en el mundo empresarial en los años noventa, creando en 1995, junto a su hermano Kimball, la Compañía Zip2 Corp., un directorio de negocios online que en 1999 vendieron a Compaq; en marzo del mismo año fue cofundador de X.com, ascendiente de PayPal al fusionarse con otra empresa de servicios financieros y banca (Confinity).
El año 2002 fue un punto de quiebre para Musk que, sintiéndose subvalorado/menospreciado por la Compañía Espacial Internacional (ISC, por sus siglas en inglés), decidió llevar a cabo sus proyectos con medios propios, creando SpaceX, empresa que hoy ocupa el lugar que, en el siglo pasado, perteneció a la NASA (disputa ese lugar de mérito con Blue Orizon, de Jeff Bezos).
SpaceX ha logrado más de 40 lanzamientos exitosos e hitos como ser la primera compañía privada en construir desde cero y lanzar al espacio un cohete de combustible líquido; también hay que mencionar sus ventajas respecto a la competencia: un servicio confiable, de calidad y al mismo tiempo, barato. Uno de los planes más ambiciosos de Musk es la colonización de Marte.
Así, partir del 2002, Elon pasó de crear empresas rentables y luego venderlas para crear otra empresa rentable y venderla, a centrarse en proyectos que nos hemos acostumbrado a etiquetar como ciencia ficción —y cada día lo parecen menos, así es el caso del siguiente proyecto en el que se involucró, la empresa Tesla (no fundada por él), fabricante de automóviles eléctricos que, durante su período de CEO (febrero del 2004-actualidad) ha llegado a posicionarse como una de las empresas más rentables del mercado y ha producido vehículos autónomos y funcionales; sin embargo, sus preocupaciones no quedan en el orden de la transportación (de personas o mercancía; en la tierra o el espacio), traspasan la barrera y alcanzan la inteligencia artificial, o el mejoramiento de la calidad de vida, tarea encargada a Neuralink, con la que pretende llegar al cerebro humano (mediante la implementación de un chip) para prevenir o combatir enfermedades (Alzheimer, Parkinson); o en el sector de las telecomunicaciones, con la reciente compra de su red preferida/más usada: Twitter, llevando a cabo una renovación profunda, poniendo fin a la censura (a su manera) y poniendo en marcha un plan para adoptar un sistema de pagos basado en Criptomonedas (se habla incluso de una Twitter Coin).
Para finalizar, y siendo objetivos, Musk ha trabajado en dar un impulso a la tecnología en un periodo de calma o poco avance, recuperando ideas que ya se habían abandonado o seguían aplazando las personas con recursos suficientes para llevarlas a cabo o al menos intentarlo.
El interés de Elon Musk por la tecnología, su perseverancia y confianza en sí mismo lo han convertido en una de las personas más influyentes de la actualidad (amén de uno de los más ricos), hombre del año por la revista Times en 2021 por «crear soluciones a una crisis existencial, por encarnar las posibilidades y los peligros de la era de los titanes de la tecnología, por impulsar las transformaciones más atrevidas y disruptivas de la sociedad».