En lo que va del año 2018, los robos en las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro aumentaron considerablemente. Es sabido que desde hace años las «bolseadas» en dicho transporte son comunes, pero es increíble cómo ha aumentado el número de casos últimamente.
Lo peor es que las autoridades de la Policía Bancaria e Industrial están coludidas con los rateros que día a día hacen de las suyas en los trenes.
Debido a esto, debes tomar algunas consideraciones si vas a visitar la ciudad o si vives en ella y utilizas este transporte en tu día a día, ya que esperar algo bueno de las autoridades es como querer detener el tiempo.
El modus operandi de los ladrones y vividores es simple, se unen en grupos de 3 a 8 personas y actúan en las estaciones de mayor afluencia, especialmente donde hay correspondencia con otras líneas. Los delincuentes observan a los usuarios y ven quién es más vulnerable para el robo, ya sea porque observan que guarda el teléfono en la bolsa del pantalón o porque va muy distraído.
Entonces, al llegar el tren, segundos antes de abrirse las puertas, se amontonan y no dejan salir ni entrar a nadie, comienzan a empujarse y entre ese movimiento comienzan a sacar los teléfonos de las bolsas de los usuarios, especialmente de los pantalones. Últimamente, son mujeres las que bolsean a la gente mientras los hombres empujan o hacen lo posible por distraer a los demás. Si alguien se da cuenta de lo que pasa, los rateros actúan contrariamente, diciendo que ellos son las víctimas o en el caso de las mujeres, que las están manoseando. Si algo les sale mal, salen haciéndose las locas hablando solas diciendo «aquí no es», y se bajan casi corriendo.
Otros usuarios han reportado que los los grupos de rateros se dividen en dos, unos vienen dentro del tren y los demás esperan en el andén, para que cuando el tren se detenga, los que vienen a bordo se quedan en la puerta para no dejar que la gente baje, mientras los que están en el andén comienzan a empujar y tratar de robar.
Esto ocurre todos los días en las estaciones Tacuba, Hidalgo, Bellas Artes, Zócalo, Pino Suárez y Chabacano de la línea 2, 3 y 7, que es una de las que más gente utiliza, también en Tacubaya, Pantitlan, Mixcoac, Zapata, Ermita, entre otras.
Diariamente, los usuarios afectados tienen que llamar a las autoridades para solicitar apoyo por robo de teléfonos celulares, sin que éstas den una solución, lo peor de todo, es que se ha visto que algunos elementos de la PBI reciben parte de lo robado para hacerse de la vista gorda. Aún así, es necesario reconocer a aquellos elementos de seguridad que sí hacen su trabajo y han ayudado a muchas personas.
Sabiendo esto, es necesario recordar que en el teléfono celular almacenamos gran parte de nuestra vida diaria, entre redes sociales, fotos y videos, documentos, etc. Por lo que tener el dispositivo bloqueado para que nadie pueda acceder es algo imprescindible al estar en la calle.
Robar un teléfono no lo es todo para los delincuentes, pues si tienen la suerte de encontrar un dispositivo sin contraseña, lo analizan para encontrar todo lo que les pueda generar dinero, empezando por sesiones abiertas en redes sociales, desde las que extorsionan a todos los contactos haciéndose pasar por la víctima, pidiendo dinero con urgencia por algún accidente o algo parecido.
Si esto te llegara a pasar, recuerda que puedes cerrar tu sesión desde otro dispositivo, por lo que si sufriste el robo, utiliza otro dispositivo lo más rápido posible para cerrar todas tus sesiones y avisa a tu familia que no hagan caso a mensajes o llamadas que pudieran recibir.
En el caso del álbum de la cámara, encontrar fotos o videos íntimos es como encontrar una mina de oro, pues los usarán para extorsionarte, o en el mejor de los casos, tus archivos se estarán vendiendo en el centro de la ciudad por 10 pesos, ya que aunque no lo creas, existe el mercado de material audiovisual de teléfonos robados a precio de risa.
Lo mejor que puedes hacer para evitar esto es proteger tu dispositivo con pin o patrón, aunque ya esté protegido con huella digital. Con esto, los rateros tendrán que formatear el teléfono y todo el contenido será borrado. Sin embargo, es posible recuperar el contenido de las tarjetas de memoria, por lo que sería recomendable encriptarlas o no almacenar archivos importantes en ellas.
Una opción es utilizar un servicio de almacenamiento en la nube, como Drive que viene instalado en los dispositivos con Android, de este modo, tus datos se guardarán en tu cuenta de Google y no en la tarjeta de memoria, por lo que si te roban el teléfono, podrás recuperarlos fácilmente y cerrar la sesión del dispositivo.
Recuerda siempre tener actualizada tu información de contacto de este tipo de cuentas, especialmente con tu número de teléfono, ya que es el principal medio con el que podrás recuperar el acceso a tu cuenta.
Finalmente, para evitar que el inmundo vividor venda el dispositivo, lo mejor sería reportar el teléfono como robado y bloquear el dispositivo por medio del número de serie o IMEI, que puedes obtenerlo tecleando *#06# en tu teléfono, o copiarlo de la caja original del dispositivo. Con este número haces el reporte y el teléfono dejará de recibir señal.
Pero para evitar todo esto, procura no descuidar tus pertenencias al subir al transporte, mantente alerta en los andenes y si ves algunas personas sospechosas, cámbiate de lugar, mantén tu teléfono en tus manos o en un lugar más seguro, sube siempre viendo tus bolsillos, especialmente cuando la gente empiece a empujar o amontonarse.
Recuerda que las cámaras de seguridad y tres policías juntos en un sólo lugar platicando no te sirven para nada, evita perder el tiempo tratando de denunciar para que el licenciado te diga que no pueden hacer nada o que con una multa por falta administrativa van a salir libres, mejor cuida tus cosas. Sin embargo, si te llega a pasar, es tu obligación presentar la denuncia correspondiente, aunque sólo sea para generar más expedientes.