¿Has pensado alguna vez en poner en marcha un proyecto en Internet para ganar dinero? Si es así, seguro que tienes una idea aproximada, pero quizá no sepas cómo convertirla en un sitio web. No te preocupes, te informamos de todo lo necesario a continuación.
Dale forma a tu sitio web paso a paso
Los pasos necesarios para crear una página web comienzan con la contratación de una empresa que te ofrezca tres servicios fundamentales: el registro del dominio, ayudas para el diseño y el alojamiento web. Antes de comenzar a plasmar tus ideas debes registrar el nombre de tu sitio por un tiempo determinado y su extensión. Intenta que sea corto y fácil de recordar para tus clientes potenciales. Llega el momento del diseño y de confiar en las plantillas disponibles que si bien no tienen por qué ser definitivas, te ayudarán a ir comprobando qué aspecto tendrá tu sitio web. Contar con asesoramiento personalizado y con un servicio técnico apropiado te será de gran ayuda en esta primera fase. Confía exclusivamente en una empresa que te acompañe a cada paso.
Tras diseñar el esqueleto de tu sitio llega el momento de ir incorporando contenidos, fotografías, vídeos (si procede) y todo lo que suponga un valor añadido para tu propuesta. Evita los diseños demasiado cargados porque lastrarán la velocidad de carga y empeorarán el posicionamiento en los buscadores. Tras comprobar que todo funciona, y que dispones al menos de cuatro contenidos, elige la estrategia de SEO que mejor encaje con tu negocio. No olvides que has de renovarla periódicamente para mantener el posicionamiento y para destacar frente a la competencia.
La estrategia de backlinks, enlaces a sitios web de prestigio, te permitirá mejorar el posicionamiento y ganar en autoridad. El último paso consiste en esperar un par de semanas para someter tu página a un análisis completo utilizando una herramienta externa. Así, comprobarás cuál es el rendimiento real del sitio, cómo te encuentran tus clientes potenciales y qué tipo de recorrido llevan a cabo. Tan importante información te permitirá corregir los errores y descubrir qué buscan los usuarios en tu oferta. Es decir, no puedes perder de vista cómo ven tu sitio quienes lo utilizan y tampoco que tu proyecto no termina cuando tienes una web, más bien es cuando comienza un trabajo constante con un único objetivo: ser un referente en tu nicho de mercado.
Así pues, la contratación de una empresa que ofrezca el registro del dominio, el alojamiento web y ayudas al diseño es sinónimo de convertir el inicio de la idea en un proceso más llevadero. Lo mismo sucede con la monitorización constante del funcionamiento real del sitio y también con las distintas adaptaciones que se deben realizar para sacarles el máximo partido posible a las tendencias de Internet que vayan surgiendo. Mantener la claridad de ideas, contar con el mejor respaldo técnico posible y tener cierto grado de ambición son factores totalmente insustituibles a la hora de comenzar tu andadura en la red. Mucha suerte con tu sitio.