Una vulnerabilidad en Apple Safari, que se explotó a inicios de 2022, se solucionó originalmente en 2013 y se reintrodujo en diciembre de 2016, según un nuevo informe de Google Project Zero.
La vulnerabilidad, rastreada como CVE-2022-22620 (puntaje CVSS: 8.8), se refiere a un caso de vulnerabilidad de use-after-free en el componente WebKit, que podría ser explotado por una pieza de contenido web especialmente diseñado para obtener la ejecución de código arbitrario.
A inicios de febrero de 2022, Apple envió parches para la vulnerabilidad en Safari, iOS, iPadOS y macOS, aunque reconoció que «puede haber sido explotado activamente».
Aunque los errores de 2013 y 2022 en la API de historial son esencialmente los mismos, las rutas para desencadenar la vulnerabilidad son diferentes. Después, los cambios de código posteriores realizados años después revivieron la falla de día cero de entre los muertos como un «zombie».
Al afirmar que el incidente no es exclusivo de Safari, Stone enfatizó además tomarse el tiempo adecuado para auditar el código y los parches para evitar instancias de duplicación de las correcciones y comprender los impactos de seguridad de los cambios que se llevan a cabo.