La fundación Josep Irla, dependiente de Esquerra(ERC), fue quien encargó en el 2010 espiar a una empleada. Miembros del partido tenían la sospecha de que una de sus empleadas pasaba el tiempo estudiando una oposición en lugar de trabajar y, por ello, contrataron los servicios de Cibex, una empresa de seguridad informática ubicada en Barcelona.
Según refleja el reportaje que publica la revista Interviú, el objetivo era que los técnicos de Cibex clonaran el disco duro de la empleada y encontraran pruebas de su absentismo para presentarlas en el juzgado. Los miembros de ERC no sospecharon en ese momento que al frente de esa empresa se encontraba el ‘hacker’ Matías Bevilacqua, detenido dos años después en el curso de la operación Pitiusa y señalado como un colaborador habitual de los servicios de inteligencia españoles.
La defensa de Iñaki Urdangarin recurrió a él para que analizara los correos electrónicos del ‘caso Nóos’, además el servicio secreto de inteligencia lo empleó para obtener información sensible en Venezuela. La policía localizó en sus ordenadores los datos de tres responsables de Esquerra. Las tres personas que supuestamente participaron en contratarle y le abrieron las puertas de la sede de ERC. Responsables del partido reconocen que meses después de este episodio, la red informática de Esquerra detectó varios intentos de ataque e intrusiones en su sistema, lo que derivó en un cambio de su sistema de seguridad.
Fuente: Elperiodico.com