Un usuario puede llevar días jugando el mismo nivel de Candy Crush Saga. Aunque haga su mejor jugada, igual le falta un movimiento (uno) para eliminar la última gelatina. Sin embargo, con solo $1,20 el usuario puede comprar «cinco movimientos extra para ayudarle a acabar con los últimos caramelos restantes», sugiere la aplicación.
Este simple razonamiento multiplicado por más de 400 niveles y 132,4 millones de usuarios que juegan al menos una vez por mes, explica por qué Candy Crush es un negocio millonario aunque su descarga sea gratuita. King, empresa creadora de la aplicación, gana unos $800.000 por día gracias a las compras dentro de la app, según International Business Times.
La moda de las compras dentro de las aplicaciones fue una estrategia impuesta por los desarrolladores ante la creciente reticencia de los usuarios a pagar por estos productos. Se trata del modelo de negocio freemium, es decir, que ofrece un servicio básico gratuito (free) y deja las mejores funciones para quienes decidan pagar por el premium.
Niños y Candy Crush
Es por esto que en agosto la organización sin fines de lucro británica Office of Fair Trading realizó una serie de recomendaciones para que la industria logre ser sustentable y a la vez proteja a los niños y la economía de sus padres. Uno de los consejos es publicar en la descripción dentro de la tienda de aplicaciones la presencia de compras internas y sus precios estimados.
Pero mientras los desarrolladores comprenden la importancia de tener un negocio ético, los padres tienen cómo proteger sus tarjetas de crédito de las peligrosas compras dentro de las aplicaciones con una contraseña. Al menos hasta que tengan un iPhone 5S con lectura de huella digital para trabar las transacciones.
Fuente: elmundo