Han pasado 18 días desde que el gobierno de Estados Unidos demostrara su molestia cuando el Congreso no pudo acordar un proyecto de ley para financiar una cuarta parte de todos los departamentos federales, incluyendo el pago a sus empleados.
Ahora, los empleados federales comienzan a resentir la falta de dinero al no recibir su pago por más de dos semanas, lo que tendría un efecto en cadena referente a la seguridad nacional de aquel país.
Antes de navidad, el presidente Donald Trump quería 5 mil millones de dólares para un muro en la frontera sur con México, para cumplir una promesa de campaña, y aunque los republicanos cuentan con mayoría en ambas cámaras del Congreso, no tuvieron los votos necesarios para aprobar el proyecto de ley de gastos en el Senado.
Los cierres de gobierno no ocurren muy a menudo, generalmente, fuera de los Estados Unidos, sin embargo, esta es la primera vez en cuarenta años que el gobierno ha cerrado tres veces en un año. Esto no significa que las amenazas cibernéticas o de seguridad nacional se detengan convenientemente.
Es claro que el gobierno aún sigue funcionando, existen policías en las calles, analistas de la NSA que luchan contra hackers en la red y criminales que enfrenta la justicia.
Pero mientras que la mayoría de los departamentos gubernamentales principales, como son Estado, Tesoro, Justicia y Defensa, sigan funcionando, otros como Seguridad Nacional, que asume la mayor responsabilidad de la ciberseguridad, son los que más han sufrido todo esto.
La nueva unidad de seguridad cibernética de Seguridad Nacional tuvo un comienzo muy difícil. La recién creada Agencia de Seguridad de Ciberseguridad e Infraestructura, una división de Seguridad Nacional, estuvo operativa desde el 16 de noviembre, pero más de la mitad de su personal ha estado sin ocupación, según la misma dependencia. La división está diseñada para liderar el esfuerzo nacional para defender la infraestructura nacional crítica de las amenazas actuales y futuras.
Un programa poco conocido dentro de Seguridad Nacional, es Intercambio Automático de Indicadores, que también ha enviado a casa a más del 80% de su personal, según Duo Security.
AIS permite que la industria privada y las agencias gubernamentales compartan información sobre amenazas, que se comparte con los socios gubernamentales de Seguridad Nacional, con el fin de garantizar que cualquier ataque detectado solo pueda utilizarse una vez.
Además, existen nuevos estándares de NIST para enfrentar más retrasos, pues más del 85 por ciento de los empleados del Instituto Nacional de Estándares y Teconología, han sido enviados a sus casas sin paga, dejando sólo un montón de personas esenciales para mantener el nuevo trabajo de asesoramiento y orientación de NIST.
El NIST es responsable de brindar a todos los departamentos gubernamentales los consejos de seguridad necesarios y ya actualizados. Esto significa que las pruebas FIPS, utilizadas para otorgar certificaciones de seguridad de dispositivos y nuevas tecnologías para que se ejecuten en redes gubernamentales, están detenidas por completo durante el cierre.
Los agentes mal pagados de la TSA, ahora están totalmente sin paga. La TSA, que se encuentra en cada área de control de seguridad del aeropuerto de Estados Unidos, sigue funcionando a pesar del cierre. Más del 90% de la fuerza laboral de 60.078 empleados de la TSA se quedarán sin remuneración, además de eso, se ha causado una alta tasa de rotación.
Aún con las declaraciones de Trump contrario a todo esto, varias agencias de noticias afirman que los trabajadores de la TSA están llamando enfermos en conjunto, dañando así la seguridad del aeropuerto. Muchos temen que la baja moral que se ha creado últimamente ponga en riesgo la seguridad de las aerolíneas.
Un pasajero en el Aeropuerto Internacional de Minneapolis-Saint Paul, escribió en Twitter esta semana:
«Le pregunté al agente de la TSA si debía sacar mi computadora portátil de su estuche y ella dijo: No me importa, no me pagan».
El personal del Servicio Secreto está trabajando sin paga, y les guste o no, mantener vivo al presidente, a los legisladores principales y políticos, es una preocupación primordial para la seguridad nacional. Sin embargo, la mayoría de los agentes del Servicio Secreto de primera línea, y de servicios administrativos, actualmente protegen a la administración superior. El personal no cobrará durante el cierre.
El cierre no solo está obstaculizando los esfuerzos a corto plazo, sino que puede causar daños duraderos.
«Las amenazas cibernéticas no operan según el calendario político de Washington, y no se detienen debido a un cierre», dijo Lisa Monaco, ex asesora de seguridad nacional del presidente.
Por otro lado, la firma de seguridad Duo, afirmó que tratar de mantener a todas las placas cibernéticas dando vueltas al mismo tiempo sin tener la máxima potencia es «arriesgado», especialmente debido a que nadie sabe cuánto durará el cierre.
Todo este problema y daños a la moral y economía de funcionarios, agencias y personas de Estados Unidos, es gracias a un muro fronterizo que, según Trump, evitará que los terroristas entren a su país.
Un muro fronterizo puede mantener alejados a algunos delincuentes, pero no va a detener a los que ya se encuentran en Estados Unidos. Sin embargo, actualmente la Casa Blanca quiere la apariencia de seguridad en lugar de la seguridad de una cuarta parte de lo que el gobierno ya tiene a su disposición.
Con información de TechCrunch.