Lo que hace unos años resultaba una novedad, hoy ha pasado a ser algo cotidiano, infaltable cuando se trata de trabajar en equipo, guardar archivos preciados o jugar videojuegos, entre muchos otros usos. Hablamos no solo de la nube, sino de la posibilidad de prescindir de las descargas. Pero ¿esto es del todo cierto?
Como casi todo en la vida, la respuesta es sí y no. Sí, porque podemos hasta comprar una licencia para usar los paquetes ofimáticos más conocidos desde la nube. Y no, porque para cada instancia de la vida parece haber una app determinada que debemos descargar en nuestros dispositivos.
A la hora de jugar
Si hablamos de juegos sin descargar, es indiscutible que ha avanzado mucho el entretenimiento online que no precisa descargas ni en móviles ni en ordenadores. Con tan solo un clic, podrás jugar a una gran variedad de tragamonedas online con funciones de tiradas gratis, entre otros premios especiales. Hablamos de perlas como King of the Jungle o Night Wolves, ambos de Gamomat, slots que se destacan por un apartado gráfico a tono con la temática salvaje, música inmersiva y distintas formas de llegar a la victoria. Las encontrarás en los mejores casinos online, que son aquellos que dejan a sus usuarios probar un juego -y ni siquiera les piden registro- antes de apostar dinero real. Lo único indispensable para jugar sin ocupar espacio es tener un navegador compatible, algo con lo que cuenta cualquier sistema operativo, sea del dispositivo que sea.
También existen proyectos como la biblioteca digital Internet Archive, que busca resguardar documentos digitales para la posteridad. Desde allí podremos acceder online a videojuegos retro para MS-DOS, aquel sistema operativo que se usaba con línea de comando, como Wolfenstein, el primer FPS, Doom, su popular sucesor, o la tan querida e inmortal aventura gráfica Monkey Island.
La oficina en la nube
En vez de comprar el paquete Office, desde hace años están disponibles las herramientas de Office 365, a las que se accede con un usuario y contraseña adquiridos luego de comprar una licencia. De esta forma, estés donde estés podrás acceder a un procesador de texto, planilla de cálculo y todo tipo de software de oficina. Lo mismo sucede con Google Workspaces, también orientado a empresas.
Incluso asistentes cada vez más importantes, como Chatgpt y Gemini, tienen versiones gratuitas y pagas, accesibles con usuario y contraseña desde cualquier dispositivo. Es como llevar una oficina a cuestas adonde vayas en algo tan diminuto como un móvil.
De aquí hacia el futuro
Como vimos, el trabajo en la nube está instalado como parte fundamental del presente, pero no obstante, le esperan desafíos de cara al futuro. Uno de ellos se trata de la seguridad. Grandes servidores que guarden información valiosa pueden ser objetivo del cibercrimen, así como usuarios particulares sufrir phishing. Es por eso que las empresas líderes actualizan todo el tiempo la forma de autenticarse. Por ejemplo, Google, para 2025, planea hacer obligatoria la autenticación multifactor.
Esta tendencia probablemente se acentúe en años venideros, con mayor movilidad y seguridad más estricta mientras nosotros, pobres usuarios, intentamos seguir este ritmo desenfrenado.