En un documento entregado este jueves a la Comisión de Valores (SEC), el banco puntualizó que durante el verano los hackers tuvieron acceso a información de estos clientes, como nombres, direcciones, teléfonos y correos electrónicos, aunque no a sus recursos financieros.
“No hay evidencia de que información sobre las cuentas de los clientes afectados (número de cuenta, clave de seguridad, identificación de usuario, año de nacimiento o número de seguro social) haya sido comprometida en el ataque”, asentó el documento.
El banco destacó que no ha detectado ninguna operación fraudulenta irregular a raíz del incidente, y que el dinero de los clientes estaba seguro. Apuntó además que sus clientes no serían responsabilizados en caso de fraude, si éstos ocurrieran y fueran reportados.
El ataque, que había afectado a un millón de clientes de acuerdo con las estimaciones originales del banco, sería uno de los mayores jamás descubiertos, a juzgar por el número de personas vulneradas.
El diario The New York Times indicó que los hackers fueron capaces de “excavar profundo en los sistemas computacionales de JP Morgan, accesando a cuentas de más de 90 servidores, una violación que subraya lo vulnerable que es el sistema financiero global al crimen cibernético”.
Hasta ahora, los más grandes ataques cibernéticos perpetrados por hackers habían ocurrido en sistemas de cadenas de tiendas minoristas, como Target y Home Depot.
Fuente: starmedia