El fabricante de vehículos eléctricos Tesla Motors ha abierto acceso a sus patentes en un inusual esfuerzo por alentar a otras automotrices a ampliar sus horizontes más allá de los motores de combustión interna.
Elon Musk, director general de Tesla, prometió el jueves compartir toda la cartera de patentes de la compañía con todos los que lo necesitan, siempre y cuando prometan no enfrascarse en pleitos legales sobre propiedad intelectual.
«Si despejamos un camino para la creación de vehículos eléctricos, pero luego dejamos detrás un campo minado de propiedad intelectual para inhibir a otros, actuamos de forma contraria a esa meta», escribió Musk en un blog de la compañía.
La decisión abre la puerta a una mayor colaboración con Tesla, que ya produce sistemas eléctricos para Daimler y Toyota.
Otros fabricantes que usen la tecnología de Tesla podrían compartir el costo de las estaciones de recarga de ésta, por ejemplo. Más estaciones de recarga podrían atraer a los compradores escépticos a que prueben los autos impulsados con electricidad.
Siete años después que Tesla presentó al mercado el deportivo eléctrico Roadster, que ya no fabrica, los automóviles eléctricos aún representan menos del 1% de las ventas en Estados Unidos.
A los conductores les sigue preocupando su autonomía y la falta de lugares para cargar las baterías.
Musk quiere que Tesla ayude a cambiar eso. La compañía, con sede en Palo Alto, California, fabrica un solo vehículo -el sedán Modelo S, que cuesta 700,000 dólares- y está desarrollando otros dos.
Pero el directivo dijo que la empresa no puede obtener una mayor participación de mercado por sí sola y cree que las patentes podrían ser una ayuda «modesta» a otras compañías que estén desarrollando vehículos eléctricos.
«Si podemos hacer cosas que no nos lastimen y ayuden a la industria estadounidense, entonces debemos hacer eso», afirmó.
Fuente: eleconomista