WikiLeaks se querella así «contra la interferencia ilícita» en sus actividades periodísticas por parte de los EE.UU, según informó el propio portal.
La primera denuncia fue presentada la mañana de este martes a la Policía sueca antes de la visita de Estado del presidente de EE.UU., Barack Obama, al país escandinavo.
En la demanda presentada en Alemania se habla del monitoreo ejercido sobre Julian Assange en Berlín en el 2009 y de la confiscación de los bienes de WikiLeaks el 27 de septiembre de 2010.
El Ejército de EE.UU. utilizó los resultados de las operaciones de espionaje contra WikiLeaks en Alemania en el 2009 para incriminar al soldado Bradley Manning, quien ya ha sido condenado por la filtración de información secreta. Al respecto, Julian Assange dijo: «Los resultados del espionaje ilegal de los EE.UU. contra WikiLeaks en Alemania en el 2009 ayudaron a condenar a Chelsea Manning a 35 años de prisión».
«La canciller Angela Merkel debe responder a dos sencillas preguntas: ¿Autorizó ella el uso de las bases militares estadounidenses en Alemania para espiar a los periodistas? ¿Autorizó también entregar a EE.UU. los resultados de estas operaciones de espionaje a WikiLeaks en el proceso judicial contra Chelsea Manning?»
WikiLeaks decidió retrasar la revelación de una serie de cuestiones hasta que se conociera la sentencia del tribunal militar sobre el caso de Manning.
Los bienes incautados a la llegada de Julian Assange al aeropuerto berlinés de Tegel, procedente de Suecia, incluían varios dispositivos electrónicos con pruebas de un crimen de guerra perpetrado por las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, conocido como ‘la masacre de Granai’, que en mayo del 2009 se cobró la vida de cerca de un centenar de civiles, en su mayoría mujeres y niños, y un informe del 2009 del monitoreo de la inteligencia militar en Berlín.
Esta demanda, de 186 páginas, hizo públicos los detalles de las «intencionadas y continuas interferencias ilegales» por parte de las autoridades de EE.UU. en las actividades periodísticas de WikiLeaks. Ataques como los que ha sufrido WikiLeaks se han convertido «en una tendencia preocupante», como lo demuestra la Ley de terrorismo del Reino Unido, que da luz verde a las autoridades para apoderarse de aparatos electrónicos y otros materiales pertenecientes a personas que trabajan con las revelaciones que hizo Snowden sobre el espionaje en masa efectuado por EE.UU.
Para Julian Assange «ha llegado el momento de que cada uno se levante para poner fin a la guerra de Obama contra el periodismo, tanto en su país como en el extranjero».
Fuente: rt