El escocés Jake Davis, uno de los socios de Lulzsec, arrestado por hackear sitios web como el de la CIA, el Pentágono, News International y Sony, podría pasar décadas en prisión si es extraditado a los Estados Unidos. Por ahora, Davis está libre bajo fianza pero con la prohibición total del uso de internet.
El adolescente relató su experiencia al periódico inglés The Guardian, que si bien fue un castigo, para él ha sido todo lo contrario: una reencuentro consigo mismo y con la realidad.
“La última vez que se me permitió acceso a internet fue momentos antes de que la policía atravesara la puerta de mi casa en las islas Shetland, hace más de un año. Durante los últimos 12 meses me he declarado culpable de abuso informático bajo los nombres de Internet Feds, Anonymous y LulzSec.
A menudo me preguntan: “Qué es la vida sin internet? En una palabra, la vida es serena. Ahora me encuentro leyendo el periódico como si fuesen antiguos pergaminos; entrar a tiendas reales con dinero real para comprar productos reales… Nada tiene que ser capturado o hacerse como una simpática broma a la ciudadanía que cada emoción la representa como una secuencia de pulsaciones de teclas.
No es tanto la repentina sencillez de la vida diaria, sino la sensación de cerrar los ojos sin ser bombardeado con zumbidos constantes de forma intermitente que se habían producido frecuentemente en mi adolescencia. El sueño ahora es tranquilo y sin interrupciones y los libros me parecen más interesantes. La paranoia se ha desvanecido. Sólo puedo describir esta sensación como la tan esperada renovación de una capacidad de atención dañada.
Ha sido una cura milagrosa o una especie de brillo terapéutico. Ahora puedo decir con confianza que la falta de internet ha hecho de mí una persona más plena”.