Masterhacks – Una prueba más de que no se necesita ser el mejor de la clase, con las mejores calificaciones y pasarse estudiando todo el día para lograr el éxito o una gran fortuna, es el británico Jack Cator, quien en la secundaria en Norfolk, Gran Bretaña intentaba conectarse a Internet para descargar contenidos o jugar en línea.
El problema surge cuando los técnicos de la secundaria a la que asistía el joven colocaron una aplicación para bloquear el acceso a Internet en la institución. Por este motivo, Cator desarrolló un programa para acceder al sistema de forma ilegal.
«Pensé que sería divertido saltarme los filtros impuestos por el colegio», afirmó Cator a la BBC.
Cator utilizó una página web para entrar como una persona autorizada y evitar los programas que denegaban el acceso al sistema del colegio, y con un servidor remoto podía navegar mediante un VPN, sin embargo, éste se encontraba lleno de publicidad y era dificil de utilizar, por lo que decidió crear su propio servidor.
Según el inteligente joven, únicamente necesitó de una tarde, sentado en su sofá para desarrollar su plan, el servidor que creó tiene un nombre muy peculiar, «Hide my Ass».
Jack Cator, a los 16 años, comenzó a difundir su idea en foros de Internet para llegar a más usuarios, en menos de un mes, miles de usuarios ya utilizaban su herramienta. El joven cree que lo que influyó también en su éxito fue el nombre de su sitio.
Cator afirma que no solo eran alumnos de escuelas los que se registraban, sino que «gente de todo el mundo que no accedía a juegos en línea. Fueron accediendo sitios web de noticias en sitios como, por ejemplo, en Oriente Medio. Me di cuenta de que se trataba de una herramienta muy útil».
Cuando el joven quiso comenzara generar ingresos con su idea, comenzó mediante publicidad, pero creía que no le proveía los ingresos suficientes, por lo que en 2009 ofreció su servicio de suscripción con lo que comenzó a generar mejores ingresos, aparte de que obtenía beneficios por comisiones que le proporcionaban otros sitios de Internet que sus usuarios visitaban a través de Hide My Ass.
Cuando Cator era universitario, comenzó a contratar gente con la modalidad freelance, para que trabajaran en Hide My Ass, aunque afirmaba que por mucho tiempo no conocía a ninguno de sus empleados pues su programador estaba en Ucrania y su servicio al cliente en Serbia. Cuando su pequeña empresa creció más, se trasladó al barrio del Soho.
Hablando de legalidades, Cator afirma que su herramienta es totalmente legal, pero que como cualquier otro servicio, podría ser utilizado para acciones ilegales, como descarga de contenidos protegidos con copyright, por lo que afirma que si existiera alguna investigación policiaca, entregaría información de los usuarios sospechosos.
Ahora, en menos de diez años, el joven logró transformar su idea en una start-up demasiado rentable y uno de los mayores proveedores de VPN en el mundo.
Cator vendió su idea a la empresa de software AVG por 60 millones de dólares, Hide My Ass incluye una cartera de más de dos millones de clientes e ingresos anuales de 3 millones de dólares.
Como acuerdo de la compra-venta, el joven seguirá siendo CEO de la empresa.