El gobierno ruso anunció el lunes que concluyó una serie de pruebas durante las cuales, desconectó con éxito el país de Internet en todo el mundo.
Las pruebas se llevaron a cabo durante varios días, comenzando la semana pasada, e involucraron a agencias gubernamentales rusas, proveedores locales de servicios de Internet y compañías locales de Internet.
El objetivo de estas pruebas era conocer si la infraestructura nacional de Internet del país, conocida dentro de Rusia como RuNet, podría funcionar sin acceso al sistema global de DNS y a Internet externo.
El tráfico de Internet se redirigió internamente, lo que convirtió a la RuNet de Rusia en la Intranet más grande del mundo.
El gobierno no reveló ningún detalle técnico acerca de las pruebas y en qué consistían exactamente. Solo informó que el gobierno probó varios escenarios de desconexión, incluido un escenario que simulaba un ciberataque hostil desde un país extranjero.
«Resultó que, en general, tanto las autoridades como los operadores de telecomunicaciones están listos para responder eficazmente a los posibles riesgos y amenazas y garantizar el funcionamiento de Internet y la red de telecomunicaciones unificada en Rusia», dijo Alexei Sokolov, subdirector del Ministerio de Desarrollo Digital, Comunicaciones y Medios de Comunicación.
Sokolov dijo que los resultados de las pruebas se presentarán al presidente Putin el próximo año.
Prueba planeadas a largo plazo
Las pruebas exitosas son la culminación de varios años de planificación, elaboración de leyes por parte del gobierno ruso y modificaciones físicas a la infraestructura local de Internet de Rusia.
Todas las pruebas se programaron inicialmente para abril de este año, pero se retrasaron hasta este otoño, para dar al Kremlin más tiempo para aprobar una ley de acompañamiento.
La ley, denominada como «soberanía de Internet», otorga al gobierno ruso el poder de desconectar el país del resto de Internet a voluntad y con poca explicación, por razones de «seguridad nacional».
Para esto, la ley exige que todos los proveedores locales de servicios de Internet redirijan todo el tráfico de Internet por medio de puntos estratégicos bajo la administración del Ministerio de Comunicaciones de Rusia.
Estos puntos de estrangulamiento pueden servir como un interruptor giratorio gigantesco para la conectividad externa de Internet de Rusia, pero también pueden funcionar como un aparato de vigilancia de Internet, similar a la tecnología del Gran Firewall de China, como han señalado muchos defensores de la privacidad.